jueves, 22 de septiembre de 2011

Murieron con las botas puestas

Hay salidas de escena forzadas. Y también forzosas. Hay salidas de escena que conllevan una vuelta mediocre y penosa. Michael Stipe dijo ayer que un buen invitado a una fiesta es aquel que sabe retirarse a tiempo. Y es una gran verdad. R.E.M. entró en el mundo de la música sin estruendos, forjando un público fiel y labrándose un huequecito en la historia moderna de eso que algunos, todavía se empeñan en llamar Pop. Y han decidido irse así. Sin ruido.

Esta mañana, estaba comprando y sonaba una canción suya en la radio, Man on the moon. Y aun me sentía un poco desilusionado. Con las bolsas y un cigarrillo, he pensado en algo que me dijo ayer Vero: “Chico, ni que Michael Stipe te diera de comer”. Y no, no me da de comer. Pero ese tío enigmático, de mirada triste, ha sido una de mis mayores influencias a la hora de escribir letras. Y Peter Buck, ha sido casi mi mano derecha tocando la guitarra. Cada cual tiene sus ídolos. Ellos han sido los míos.

Y la música se quedará, desde luego. Se quedan los posters, los discos y pequeños trofeos como entradas de conciertos. Pero también se van otras cosas, que en el fondo, aunque sigan ahí, hoy han hecho que el estómago se me retorciera. Y son recuerdos.

Mi padre, entrando en mi cuarto con el Out of time y diciendo pon Losing my religión. Recorrer campos y campos de un verde casi marciano en Irlanda con Try not to breathe de fondo. Tardes de universidad, con la guitarra en la ciudadela, reproduciendo lo que había citado nuestro profesor de Antropología, que utilizaba muchas de sus canciones para explicar su materia. Despertarse y ponerse las pilas con Wake up bomb. Un polvo salvaje con Crush with eyeliner de fondo. Enamorarse, siempre, con Up. Mandar una rosa con el estribillo de The great beyond. Detalles, recuerdos, que para mí son historia.

Escribo todo esto con su último disco a volumen razonable en la cadena. Ellos decían ayer, que después de más de treinta años en la música, este disco es como un fin de ciclo. Algo de razón tienen. Suena muy maduro, sólido y en el fondo, aunque me pese, a canto de cisne. Su aventura empezó con Radio Free Europe hace muchos años y termina en Blue, la última pista de este disco. Las últimas palabras que se escuchan de Stipe, el último verso: “Siglo XXI, desvaneciéndose en el ahora”. Así termina la historia.

Entre los recuerdos de los que os hablaba antes, están esos cuatro conciertos suyos que he podido ver. Y el regusto amargo de no poder haberlos visto una vez más. Saber que no podré tener ese pequeño placer más.

Adoro la música, y ojalá, algunos grupos hubieran tomado el mismo ejemplo y se hubieran retirado a tiempo. Con una obra maestra bajo el brazo y un buen par de huevos, pero ¿Ellos? No pensé que se jubilarían, y como incondicional que soy, sé que ha habido intentonas. Nada más que decir y con esto, vuelvo a citarles , “he dicho demasiado”.  R.E.M. ha muerto con las botas puestas, ¡Viva R.E.M.!

5 comentarios:

J.Tristán dijo...

Jo! A mi me ha dado mucha pena que se separen y eso que no conozco el grupo ni una décima parte que tú...

Hay tantas cancionzacas con el sello R.E.M. que me ponen las pilas... Imitation of life, Stand, The Great beyond, Man on the moon, Discoverer....

En fin, digamos que el dia de ayer fue un Bad day...

Cucumelo Design dijo...

A pesar de que ayer el señor Stipe casi provoca nuestro divorcio... He de reconocer que REM ha estado muy presente en cada paso de nuestra andadura juntos, ha marcado viajes, encuentros... Pero todo sigue Pablo y a partir de ahora estará presente de otra manera hay que tener un poco de positividad hombre!!!

Pablo dijo...

Vero, no sé si te acuerdas... Madrid, enero del año pasado. De tapas. Con suficientes Cañas en el cuerpo como para montar nuestra propia fiesta cerca del Escorial y no pasar frío... Hablamos de R.E.M. . Yo al menos, lo recuerdo. Y de aquella rosa con una nota que decía "mantengo flores en pleno esplendor".

Escuchándolos antes, me he dado cuenta de algo: que me hubiese encantado verlos por quinta vez, pero que esa vez, hubiera sido a tu lado. Y compartirlo contigo. Y creeme, eso me duele.

Seguirán aquí, en nuestros auriculares... Y confío en que algún día, sea yo el padre que pone out of time. Y sabes? Nada me gustaría más que volver a decirte aquello que te dije con esa canción... Ya sabes cual. Con la misma convicción, pero esta vez, sabiendo que... Será definitivo.

Anónimo dijo...

Retirada a tiempo, victoria segura!!! ¿No es mejor esto que ver gente decrepita arrastrándose por los escenarios? Hubieran podido alargarlo unos años, es cierto, pero hay que saber decir basta. Tu (vuestra) carrera creativa acaba de empezar, pero la de ellos lleva tiempo, y al final supongo que la fama cansa. Ya nos contareis de aquí 30 años, je je je. Nacho

Eduardo dijo...

Aunque comparto contigo la nostalgia de los momentos que tuvieron como "soundtrack" a REM, veo por el otro lado que es mejor retirarse de la fiesta en el punto alto que en el bajo, quien quita y veamos proyectos musicales nuevos de los integrantes por separados :), nuevas cosas por conocer y escuchar.

En el sin fin de los cambios de la vida la constante no debe ser el hubiera (que la pobre palabra ni siquiera existe en ningún espacio temporal) sino más bien el futuro qué trae consigo promesas de nuevas cosas para nosotros.

Como siempre un placer leer tu blog y el de Vero también!.

Abrazos majos!